Como ya informábamos en Boletines anteriores, 2017 va a ser un año importante en adopción de medidas legislativas que permitan pasar de una economía lineal (producimos, consumimos y generamos residuos) a una economía circular (en la que después de consumir, reutilizamos, recogemos y reciclamos o reparamos), lo que requiere que las tasas de reciclaje de la Unión Europea sean mayores.
El pleno del Parlamento Europeo se pronunció el pasado 14 de marzo de 2017 sobre este conjunto de medidas. Se trata de las enmiendas a cuatro directivas centradas en la gestión de residuos, los vertederos, el empaquetado, y los vehículos, las baterías y acumuladores, y los residuos de equipamiento electrónico:
- Enmiendas aprobadas por el Parlamento Europeo el 14 de marzo de 2017, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos (COM(2015)0595 – C8-0382/2015 – 2015/0275(COD));
- Enmiendas aprobadas por el Parlamento Europeo el 14 de marzo de 2017, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 94/62/CE, relativa a los envases y residuos de envases (COM(2015)0596 – C8-0385/2015 – 2015/0276(COD));
- Enmiendas aprobadas por el Parlamento Europeo el 14 de marzo de 2017, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifica la Directiva 1999/31/CE del Consejo relativa al vertido de residuos (COM(2015)0594 – C8-0384/2015 – 2015/0274(COD))
- Enmiendas aprobadas por el Parlamento Europeo, el 14 de marzo de 2017, sobre la propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo por la que se modifican las Directivas 2000/53/CE, relativa a los vehículos al final de su vida útil, 2006/66/CE, relativa a las pilas y acumuladores y a los residuos de pilas y acumuladores, y 2012/19/UE, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (COM(2015)0593 – C8-0383/2015 – 2015/0272(COD))
El Pleno del Parlamento Europeo aprobó el ambicioso paquete legislativo de revisión de las cuatro directivas relacionadas con los residuos, en el que los Eurodiputados marcan objetivos para 2030 como incrementar el reciclaje hasta el 70%, limitar el vertido hasta un 5% debido a su impacto en el medio ambiente y reducir a la mitad el desperdicio de alimentos. El Parlamento comenzará ahora a negociar los textos con el Consejo de Ministros.
El Parlamento Europeo quiere que al menos el 70% de los residuos municipales (procedentes de hogares y empresas) sean reciclados o preparados para su reutilización (es decir, controlados, limpiados o reparados) en 2030, cuando la Comisión Europea había propuesto un objetivo del 65%.
Según datos de Eurostat, en 2014 el 44% de la basura municipal en la UE fue reciclada o destinada a compostaje. En 2004 el porcentaje se quedó en el 31% y el objetivo es alcanzar el 50% en 2020.
La Comisión Europea propone que la proporción de residuos urbanos que acaba en los vertederos descienda a un 10% en 2030, pero los eurodiputados prefieren rebajarla al 5%, con una ampliación de cinco años y bajo ciertas condiciones para los países que depositaron en sus vertederos más del 65% de los residuos en 2013.
Para los materiales de embalaje, como papel, cartón, plástico, vidrio, metal y madera, los eurodiputados aprobaron un objetivo del 80% para 2030, con objetivos intermedios para cada uno de ellos.
El desperdicio de alimentos supone unos 89 millones de toneladas anuales en la UE (o 180 kilos por persona y año). Los eurodiputados abogan por un objetivo de reducción de residuos de comida del 30% para 2050 y del 50% para 2030 en comparación con 2014, al igual que con la basura marina.
Simona Bonafé, responsable de la tramitación parlamentaria de las normas apunto que:
«Hoy en día, el Parlamento, por una gran mayoría, ha demostrado que cree en la transición hacia una economía circular. Decidimos restablecer los ambiciosos objetivos de reciclado y vertido de acuerdo con lo que la Comisión Europea había propuesto originalmente en 2014»
Bonafé indicó que la demanda de materias primas en la economía mundial podría aumentar en un 50% en los próximos 15 años, por lo que conviene adoptar un modelo de desarrollo circular que mantenga los materiales y su valor en circulación con el fin de compatibilizar la sostenibilidad y el crecimiento económico.
Asimismo, añadió que
«Reutilizar, reciclar y recuperar se están convirtiendo en palabras clave en torno a las cuales es necesario construir un nuevo paradigma para promover la sostenibilidad, la innovación y la competitividad, de modo que los residuos dejen de ser un problema y se conviertan en un recurso«
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